Los reflejos primarios son movimientos automáticos, estereotipados, organizados desde el tronco del encéfalo y ejecutados sin intervención de la corteza cerebral.
Comienzan a desarrollarse en la vida #intrauterina, dirigidos por programación genética y ayudan al bebé a:
-succionar para garantizar su amamantamiento
-comenzar a desarrollar su tono muscular
-estimular el sistema vestibular
madurar el sistema ocular
Algunos de estos reflejos se presentan disponibles en el momento de nacer. Participan para facilitar el pasaje por el canal de #parto, como también en la alimentación y en el desarrollo psico-motor del niño.
Luego de nacer, programan y aseguran en el bebe respuestas motrices adaptativas e inmediatas a un nuevo contexto y a sus necesidades cambiantes.
Algunos de estos reflejos primarios son: Reflejo palmar de prensión, reflejo de Galant, reflejo tónico cervical asimétrico, reflejo tónico laberíntico, reacción de colocación de las piernas, apoyo positivo y marcha automática.
Estos movimientos primarios, involuntarios, activos, son la base para el desarrollo de los reflejos posturales y van generando en el recién nacido las sensaciones esenciales (experiencia) para el aprendizaje del movimiento voluntario.
A partir de esto, comienza el desarrollo integral del niño (Físico, mental, emocional y social), donde dependerá de su capacidad para moverse.